IMPULSO
IMPULSO. Imagen: Ismael Illescas Todos en algún momento de la vida sentimos el impulso de emprender algo, de vivir algo, de mostrar algo o simplemente nuestro ser reacciona de forma natural ante una vivencia o circunstancia. Sea cual sea el caso, el cerebro emite toques precisos y sensitivos que estimulan el riesgo de lanzar al azar ese algo que produzca efectos. Creo que todo ser vivo se maneja por instintos bestiales o impulsos primitivos, muchos de ellos asociados con la sobrevivencia de la especie, sin embargo, existen otra clase de impulsos que buscan externar el interior profundo de un ser. Las convicciones, los ideales, la Fe, la esperanza, el arrebato y las muestras de afecto expresadas en todos los matices. ¿Cuántas voces se ahogan por no contar con esa chispa que impulsa? El desánimo es capaz de provocar la decadencia, así como la búsqueda de su muerte. A pesar de ello, la fortaleza de escucharse desde la voz desconocida provoca llenarse de esperanza, de Fe,