Dos caminos vivieron la más profunda historia de amor, hasta que decidieron separarse. En el universo de lo imposible, ambos hicieron posible su encuentro, uno en su realidad, el otro en la suya. Allí surgió la magia de que la profundidad de amar trastoca todo tipo de planos y aquello que quedó pendiente suele provocar reencuentros inesperados. La vía comunicativa es distinta, y aunque en su momento, los dos caminos vivieron el idilio de su amor, las circunstancias, los propósitos y los sueños individuales les hicieron decidir en la búsqueda de cumplirlos estando separados. En el juego de las decisiones, se encuentran el aventurero y el reservado, el libre y el cauteloso, el soñador y el concreto, el riesgoso y el que tiene miedo. Cada camino tomó su ruta y no volvieron a verse hasta que la trascendencia los hizo reencontrarse. El amor sutil permanece intacto en el etéreo espacio del recuerdo, en la memoria. Almas que se unen desde lo imposible, es amar desde lo imposi...
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