EL LLAMADO
Brotó desde el Impulso de las palabras convertidas en sonidos. Hizo uso del viento y llegó a los oídos del amor. Con el tiempo, se manifestó en latentes corazones, llenó de colores los instantes y formó la solidez interior. Ha resonado el amor, de los corazones salieron aves de pecho rojo y volaron con libertad entre los caminos de aquellas verdes veredas. Fieles al amanecer, trinan el canto de las palabras, aterrizan en manantial de agua para beber y declarar que es su hogar. Vuelan, ha llegado el amor. Sus nombres propician el milagro de llamarse Armonía. D.R. Autor: Ismael Illescas Ramirez